jueves, 15 de abril de 2010

Ese episodio se ve tan distante hoy que la posibilidad de una guerra con Venezuela, Ecuador o incluso Nicaragua no deja de mirarse con cautela.

Antes de entregar sus apreciaciones, los militares retirados del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, consultados por Elespectador.com, expresaron su escepticismo sobre la posibilidad de un conflicto bélico con cualquiera de nuestros vecinos.

El brigadier general Octavio Gnecco Iglesias, quien completa diez años por fuera de la Armada Nacional, insistió en la necesidad de evitar a toda costa una posible guerra con los países hermanos y urgió por la necesidad de utilizar los canales diplomáticos para frenar la crisis. “El gobierno de Uribe tiene plena capacidad para sortear diplomáticamente el conflicto y se puede esperar todavía que no trascienda a una mayor complicación”, dijo.

En cuanto al peligro que significa para Colombia la carrera armamentista en la cual ha avanzado Venezuela durante los últimos años, el general Fabio Zapata Vargas, ex comandante de la FAC, explicó que es normal que los países holgados económicamente intenten enviar un mensaje de seguridad a su pueblo, con la compra de armamento. “De ahí a que ese armamento vaya a ser utilizado en contra de sus vecinos, existe un trayecto muy largo por recorrer”.

Si se declarara la guerra a Colombia, el Gobierno nacional tendría que consultar con el Congreso una acción bélica, a menos que se trate de responder un ataque que ponga en peligro la soberanía del país.

La fortaleza de Colombia ante una guerra tiene dos caras. La primera es la de las armas y medios de combate. Ahí Colombia tiene una desventaja respecto a Venezuela. El armamento colombiano está enfocado a contrarrestar el problema del narcotráfico, la guerrilla y el paramilitarismo dentro del concepto de la guerra irregular, lo que significa que no es tan fuerte en la defensa de ataques aéreos o marítimos. Existen aviones de combate K-fir y Mirage, pero no son de última generación; sólo hace unas semanas el Ministerio de Defensa hizo un acuerdo con Israel para su actualización.

La última adquisición de Colombia fue la de una flota de Tucanes, precisamente los aviones con que se realizó el operativo que terminó con la muerte de Raúl Reyes.

Y es ahí donde Venezuela se ha equipado. Adquirió 24 Sukhoy 30, un avión ruso de combate, con avanzada tecnología e inmejorable en las acciones tácticas. Sin embargo, se trata de una generación tan especializada que la inteligencia colombiana cree poco probable que los equipos ya estén ensamblados. “Un equipo de expertos rusos deberá ensamblar esos aviones uno por uno. Es posible que los materiales ya estén en Venezuela, no es factible que más de dos estén ya armados”, explicó una fuente de inteligencia del Ejército.

La misma fuente dijo que las aeronaves no son nuevas y ello les puede restar eficiencia. Para dejarlos a punto tecnológico, los costos son millonarios.

Sin embargo, no se trata sólo de los cazas, el vecino país también ha adquirido cien mil fusiles de asalto, helicópteros, radares móviles de largo alcance; ocho buques, 48 lanchas, dos aviones Shorts 360, entre otros. Lo que no es claro es cuáles de estos equipos ya llegó a territorio venezolano.

Otro punto menos para nuestro país es el fluvial, pues Venezuela compró cuatro fragatas de guerra muy modernas comparadas con las colombianas.

El caso de Ecuador es diferente. Aunque para el 2008, su presupuesto para guerra es de 738 millones de dólares, uno de los mayores de Latinoamérica, apenas se están gestionando las adquisiciones y el reemplazo de los equipos actuales que hoy son obsoletos.

El principal armamento que llegó en los últimos cinco años a los militares ecuatorianos son cinco aviones AVRO C-19, dos CN-235, dos C-212 y 149 vehículos Hummer, según informó el diario El Comercio. Además, de la compra de dos aviones no tripulados, que son piloteados a control remoto desde en un centro de operaciones en tierra. Sin embargo, estas dos adquisiciones tienen el propósito de vigilar las costas.

Por ejemplo, los “super pumas” que este lunes envió Correa a la frontera, hace un tiempo fueron calificados por el mismo Correa como obsoletos, según los diarios de ese país.

En cuanto a Nicaragua, los recursos económicos y tecnológicos no le permiten siquiera pensar en una acción bélica.

Sin embargo, Venezuela nunca ha tenido una guerra y la última de Ecuador fue una corta confrontación con Perú hace un poco más de una década.

Por esa razón, en el mismo conflicto interno de Colombia está la mayor ventaja de Colombia, en sus hombres que tienen gran capacidad de combate porque durante muchos años se han venido entrenando para batallar contra la guerrilla y los grupos paramilitares.

El general (r ) Jairo Duván Pineda, quien fue jefe de operaciones especiales del Comando Ejército, explica que en Latinoamérica los soldados colombianos son considerados los más profesionales, “el mejor soldado de América”. Además se trata de una proporción de uno a dos, pues en Venezuela la Guardia apenas llega a 200 mil, mientras que el Ejército colombiano supera los 400 mil hombres. Habría que contar también a la reserva que sin duda sería llamada en caso de una guerra binacional; mientras los hombres que hoy están activos se van a las fronteras, la reserva protege el territorio de una posible arremetida de la guerrilla.


El frente en Colombia que más susceptible se ve desde los ojos de quienes han estado al frente de las Fuerzas Armadas es la Guajira. Hasta allí podrían llegar primero las fuerzas venezolanas en un eventual ataque. Sin embargo, “ellos podrían dar el primer paso, pero no alcanzarían el segundo. La razón es la dependencia económica que Venezuela tiene del petróleo y con ello cualquier ataque a sus refinerías o pozos podría hacer colapsar su sistema económico”; aseguró un estratega de guerra quien pidió reserva. “Venezuela nos dobla en armamento, pero es más vulnerable. Con que uno de nuestros K-fir o un comando especial llegue a Maracaibo, colapsa su sistema económico”, añadió.


Los posibles frentes que podría utilizar Venezuela para atacar a Colombia están en la vía marítima, pues Chávez y Daniel Ortega, presidente de Nicaragua han intentado provocar algún incidente para arremeter contra Colombia, puntualizó Gnecco. En el sur, la preocupación es mínima, pues las selvas son totalmente desconocidas para los ecuatorianos. “Allí es más peligrosa la guerrilla que un ejército de otro país”, aseguró la fuente de inteligencia.


Un conflicto atípico


Un probable enfrentamiento entre Colombia y Venezuela o Ecuador estaría por fuera de lo normal en cuanto a las acciones bélicas del mundo. La razón es que se unirían las características de una guerra irregular, como el conflicto interno colombiano, con una guerra regular, que sostiene el enfrentamiento entre estados.

El origen del conflicto es inherente al conflicto interno colombiano, pues se trata de la muerte de un comandante de una guerrilla que ataca las instituciones colombianas, pero sumado a las amenazas con el despliegue de tropas y aviones en la frontera, lo que deja al país ante la amenaza de una guerra regular.

El general (r ) Pineda, explicó que en un enfrentamiento de este tipo el papel de los organismos internacionales es inminente, ante todo cuando se da ocupación del territorio. Si una guerra se desatara, toda la comunidad internacional entraría a participar en el conflicto.